Al instalarlo en las entradas de municipios, pueblos o cerca de escuelas, el radar pedagógico permite reforzar la seguridad vial señalando instantáneamente la velocidad de los conductores... ¡una manera eficaz
de tomar conciencia!
1.- Una medición instantánea de la velocidad. 
La velocidad es detectada mediante una antena Doppler situada dentro de la caja del radar. Esta antena emite ondas que rebotan contra el 1er vehículo en movimiento; la frecuencia con que vuelven las ondas permite calcular la velocidad de manera precisa. 
2.- Una visualización de la velocidad reforzada con colores.
Si el vehículo circula a una velocidad autorizada, la velocidad se señala en verde o ámbar. En caso de exceso de velocidad, la velocidad se señala en rojo. Se puede alternar la velocidad con la aparición de un
smiley. Además, aparece un mensaje junto a la velocidad indicada. Se recomienda mostrar este mensaje de alerta cuando la velocidad detectada supere el límite autorizado.
3.- El registro de datos.
Además de su función preventiva, un radar pedagógico registra las estadísticas del tráfico (velocidades medias, máximas, cantidad devehículos, etc.).
¿En qué sitio resulta más eficaz?
Para lograr una disminución significativa de la velocidad, es esencial que el conductor visualice su velocidad la mayor cantidad de tiempo posible. En las entradas de los municipios, en carreteras que atraviesan pueblos, cerca de escuelas... para una máxima eficacia, priorice:
• Sitios que tengan una gran visibilidad (entre 50 y 200 m),
• Sitios despejados que favorezcan el alcance de la antena (evite la presencia de árboles, cruces, estacionamientos, etc.).